Realidad de las Complicaciones Tromboembólicas con el uso de Drosperinona y Ciproterona en los Anticonceptivos Orales
Junio 26,2 013
Realidad de las Complicaciones Tromboembólicas con
el uso de Drosperinona y Ciproterona en los Anticonceptivos Orales
Jaime
Urdinola M.D.
Asociación Médica de los
Andes - AK 9 116 20 CS 326 - Bogotá D.C.
Colombia-Teléfono 571 ⁄ 215 23 00 e-mail: jaimeurdinolamd@gmail.com- blogger: http://www.urdinolamenopausia2.blogspot.com Coloquio ⁄ Almuerzo
sobre Salud de la Mujer y Menopausia - Asociación Médica de los Andes - Sala de
Juntas Primer Piso – Miércoles 26 de
Junio, 2 013
Un nuevo susto con la píldora? Ha surgido una nueva controversia sobre
los anticonceptivos orales combinados (AOC) que contienen gestágenos llamados
de 3ª. generación (gestodeno y desogestrel) y los de 4ª. generación
(drospirenona = DRSP), que ha adquirido una dimensión política altamente
emocional, en la cual están involucrados todos aquellos profesionales que
tienen que ver con el cuidado de la salud femenina: autoridades nacionales de
salud, organizaciones profesionales, la industria farmacéutica, los
prescriptores, los medios de comunicación y el público (incluyendo a las
potenciales usuarias de AOC. La controversia –inicialmente científica- ha
llevado a una disputa pública sobre la salud que ha culminado en la decisión de
las autoridades francesas de suspender del mercado el compuesto que contiene
etinilestradiol (EE) y acetato de ciproterona. El impacto potencial de esta
medida se ha traducido en la pérdida de confianza en todos los AOC, lo cual
puede ser bastante serio.
Qué desencadenó la crisis? Varios estudios basados en registros que
fueron publicados en el British Medical
Journal, en particular uno danés que indicó un riesgo aumentado de
tromboembolismo venoso (TEV) con la toma de los AOC señalados, comparados con
las preparaciones que contienen el gestágeno levonorgestrel (LNG). Se encontró
un riesgo relativo (RR) alrededor de 2, así como un riesgo absoluto atribuído
entre 2 a 8 por 10 000 usuarias por año. Una revisión sistemática reciente y
un metaanálisis concluyeron que en este
aspecto los AOC con LNG o norgestimato fueron los más seguros frente a los
otros AOC con DRSP o CPA. Adicionalmente, que el riesgo aumentado encontrado
previamente para los AOC con gestodeno apareció más bajo.
Estos resultados contrastan con los
estudios prospectivos de cohorte patrocinados por la compañía Bayer HealthCare
a solicitud de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y de la Agencia Federal
de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU. en el programa de vigilancia
postmercadeo, los cuales no encontraron estas diferencias. Esta discrepancia
condujo a intensas discusiones científicas entre los epidemiólogos acerca de
posibles factores de confusión y sesgos en los estudios publicados. Las autoridades informaron en ese momento a
las mujeres acerca de estos resultados controversiales y sobre el posible
riesgo aumentado –pero no probado definitivamente- de los nuevos preparados,
alentando a la vez a los profesionales de la salud para balancear los riesgos y
beneficios de los diferentes compuestos, recomendando a las mujeres continuar
con los AOC actualmente en uso, con el fin de evitar el aumento previamente
observado en el número de abortos que siguió al ¨susto con la píldora¨ durante
1 995.
Otro informe basado en el registro danés reportó
un riesgo aumentado para TEV en usuarias de parche transdérmico y del anillo
anticonceptivo, mientras que el DIU con LNG no aumentó o aún disminuyó el
riesgo en comparación con las no usuarias. También estos resultados están en
contraste directo con otro estudio de cohorte realizado en los EE.UU., que no
mostró diferencias en el riesgo para TEV entre estos dos últimos métodos y los
AOC.
Las publicaciones que advierten sobre los riesgos
aumentados con los AOC de 3ª. y 4ª.
generación fueron recibidas con mucho interés por los medios de comunicación, presentando dramáticos casos individuales de
TEV, transformando el debate científico en uno emocional. Por un lado se observa
el deseo legítimo de los que aprecian la utilidad de estos nuevos métodos; pero
por otra parte, epidemiólogos, algunos médicos, periodistas y abogados intentan
evitar que las mujeres los usen, porque consideran que existe un mayor riesgo para
su salud. Los primeros son acusados de actuar únicamente por interés comercial,
los otros por promover restricciones
basadas en evidencia bastante debatible. De esta forma, se ha generado
un clima que atenta contra el pensamiento crítico y razonable, ejerciendo
considerable presión sobre las autoridades para que actúen, como el reciente caso
en Francia. La crisis es desventajosa para todos, pero especialmente para las
mujeres.
Sólo cuando los datos epidemiológicos se combinan con el
desenlace de sólidos estudios clínicos, es posible obtener una plataforma adecuada
para formular guías clínicas verdaderamente válidas.
Solicitud de
objetivos compartidos
1. Todos los involucrados en la confrontación actual
comparten el mismo objetivo, alcanzar lo mejor para la salud de la mujer;
dentro del mismo propósito, la disponibilidad de anticonceptivos efectivos y
bien tolerados
2. Son necesarios métodos anticonceptivos efectivos,
seguros, bien tolerados y en lo posible con beneficios adicionales de salud.
Estos elementos deben integrarse en la evaluación individual del
riesgo/beneficio
3. Ningún método actual o a ser desarrollado en el futuro,
es o será 100% efectivo, libre de riesgos, bien tolerado por todas las usuarias
y asociado con beneficios no anticonceptivos que justifiquen y faciliten su uso
a largo plazo
4. Teniendo en cuenta estos hechos, debe reconocerse que es
necesaria una amplia gama de métodos disponibles, que permita ajustar la
escogencia anticonceptiva a las necesidades individuales de cada mujer
5. Cada decisión anticonceptiva debe ser balanceada
apropiadamente y basada en la mejor evidencia disponible acerca de los riesgos
y beneficios. La mujer debe ser informada y aconsejada adecuadamente para su
proceso de decisión
Resumen de la evidencia actual en relación al
riesgo de TEV
-
Varios estudios de
casos y controles basados en registros han llegado a la conclusión de que el
uso de AOC de 3ª. y 4ª. generación está asociado con un mayor riesgo de TEV (RR
1.6 – 2.4). Dos grandes estudios de cohorte no encontraron esta diferencia
-
Muchos factores
contribuyen al riesgo de TEV (edad, tiempo de duración de uso, peso, historia
familiar, etc.), lo que hace que los estudios epidemiológicos sean vulnerables
a los factores de confusión y a los sesgos, permitiendo de esta manera explicar
los resultados contradictorios
-
Existe la necesidad
de estudios adicionales prospectivos y bien controlados
-
La inhabilidad
inherente a los estudios con bases de datos para controlar adecuadamente los
factores de confusión basales hace que este diseño sea el menos adecuado para
proporcionar una aclaración posterior
-
Algunos epidemiólogos
cuestionan si el incremento del RR alrededor de 2
-
- descrito en los
estudios de casos y controles antes mencionados – refleja una diferencia
clínica verdaderamente relevante
-
Varios estudios han
demostrado que el riesgo de TEV durante el embarazo y el período postparto es
considerablemente mayor (29-300 por 10 000 usuarias) que durante el uso de los AOC
Recomendaciones prácticas
-
Lo más importante
para reducir el riesgo de TEV es evitar prescribir los AOC a mujeres con un
riesgo elevado para TEV. Los Criterios de Elegibilidad de la OMS para el Uso de
Anticonceptivos pueden servir como el primer punto de guía para los
prescriptores
-
Mujeres con alto
riesgo de TEV debido a obesidad, tabaquismo, historia familiar de TEV o
enfermedad cardiovascular deben someterse a una evaluación personalizada del
riesgo y ser aconsejadas de manera apropiada
-
Los métodos anticonceptivos
hormonales con el riesgo más bajo de TEV son los anticonceptivos con sólo
gestágeno
-
Mientras que existe alguna
evidencia - procedente de los estudios basados en registros- de que los AOC que
contiene LNG se asocian con un riesgo menor que aquellos que contiene gestágenos
de 3ª. y 4ª. generación, los estudios de cohorte bien diseñados no han
confirmado esta diferencia en el riesgo, por lo tanto esta controversia aún no
ha sido resuelta. Aún si estas últimas píldoras se asocian con un RR mayor, la
diferencia absoluta del riesgo es pequeña, estimada por algunos autores del
orden de 4 a 6 casos atribuibles por 10 000 usuarias por año
-
El riesgo de muerte
por TEV es bajo. Tomando como base un RR
de 2, el exceso de riesgo de muerte para una mujer que toma las píldoras
modernas es de 1 en 100 000, el cual es menor que el riesgo derivado de las
actividades cotidianas, como el de montar en bicicleta
-
Dentro del proceso para
tomar una decisión relacionada con la escogencia del método anticonceptivo, el
riesgo de TEV es sólo un elemento de la ecuación. Otros elementos a considerar
son eficacia, tolerabilidad, beneficios adicionales de salud y si la paciente
puede o desea usar un método alternativo. Factores que deben ser tomados en
cuenta y discutidos individualmente con la usuaria
-
Se deben tomar en
cuenta tanto los datos epidemiológicos como los de los estudios clínicos cuando
se define la buena práctica clínica
-
Las restricciones de
tipo regulatorio sobre los métodos registrados previamente, deben realizarse
sólo después de una evaluación cuidadosa de la mejor evidencia disponible
Referencia
1- Bitzer J, Amy JJ,
Beerthuizen R, Birkhäuser M, Bombas T, Creinin M, Darney PD, Vicente LF,
Gemzell-Danielsson K, Imthurn B, Jensen JT, Kaunitz AM, Kubba A, Lech MM, Mansour
D, Merki G, Rabe T, Sedlecki K, Serfaty D, Seydoux J, Shulman LP, Sitruk-Ware
R, Skouby SO, Szarewski A, Trussell J, Westhoff C. Statement on combined hormonal contraceptives
containing third- or fourth-generation progestogens or cyproterone acetate, and
the associated risk of thromboembolism. J Fam Plann Reprod Health Care. 2013
Jul;39(3):156-9. doi: 10.1136/jfprhc-2013-100624. Epub 2013 Apr 12.
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